De como olvidarnos de nuestros límites y las consecuencias asociadas
Hola! Por acá de nuevo con una nota relacionada al mayor no evento deportivo del fin de semana.
BBC News Mundo: Suspenden el partido de Brasil vs. Argentina tras controversia por cuarentenas de futbolistas albicelestes.
https://www.bbc.com/mundo/deportes-58458352
Supongo que tod@s saben a estas alturas que uno de los partidos más esperados de la eliminatoria sudamericana para el Mundial de Qatar fue suspendido en uno de los movimientos más bochornosos de la historia futbolística reciente. Y esto último, "futbolística" creo que nos da la clave para la reflexión.
El evento al final es sencillo de entender. Un grupo de personas viaja a otro país en plena pandemia y hace caso omiso de la legislación vigente para poder ejecutar su trabajo de acuerdo a sus necesidades y conforme a su propio criterio al respecto. Y ojo, acá no me refiero a la selección de Argentina, me refiero a toda la Conmebol y la Fifa. Y es que el origen del problema está en que la Conmebol/Fifa establecieron lo que a ell@s les pareció como el protocolo ante Covid más adecuado y pretendieron hacerlo valer sobre los criterios de los gobiernos de diferentes países. Es que acaso no se han enterado l@s que gobiernan que el fútbol está por encima de la realidad? Qué barbaridad es esa de aplicarles las mismas reglas que a l@s demás mortales?
Bueno, estamos en mi opinión, ante un claro caso de ceguera por proximidad. L@s responsables de estos torneos, quienes diseñaron los protocolos a ser aplicados, perdieron de vista que el fútbol es solamente un negocio (deporte me gustaría decir, pero estaría gravemente equivocado en estos niveles) como otros muchos y que la pandemia está afectando a las economías de todo el planeta, a todos los negocios del planeta. Y el fútbol no va a ser una excepción. Perdieron la perspectiva y tomaron la decisión solamente considerando sus propios intereses. Hablo de los intereses del mundo del fútbol, no me entiendan mal. Hablo de las necesidades de la competición, la salud de los futbolistas y la pasión de los aficionados. Y del negocio también, por supuesto. Finalmente la Fifa está lejos de ser una ONG.
Pero toda decisión provoca un efecto en el entorno, por tanto, es prudente considerar esos efectos antes de tomar la decisión final. Podemos tener o no en cuenta esos factores, podemos valorarlos en mayor o menor medida, pero ignorarlos es peligroso. Al parecer, esto fue lo que sucedió en este caso. Y no quiero entrar a discutir si pudo haber intereses ocultos tras la decisión, pero creo que claramente se le dio la oportunidad a aquell@s que pudieran jugar sucio a hacerlo y provocar este desastre.
Cada un@ de nosotr@s tenemos un criterio propio al respecto de casi todo. Siempre tenemos una opinión que ofrecer ante prácticamente cualquier cosa. Eso está bien. Pero dado que esto es así y también, dado que pretendemos convivir en relativa armonía entre tod@s, hace algunos años un grupo de loc@s se inventaron una cosa que se llaman leyes y que nos ayudan a organizar un poco (tampoco hay que exagerar) esa convivencia. Las leyes establecen qué se debe o no hacer y a quienes les aplica. Nos da un marco adecuado de actuación para que tengamos una guía por donde conducirnos. Y si por alguna razón decidiéramos que no nos aplican, suelen también incluir la consecuencia al incumplimiento. En este caso, I@s amig@s de Fifa decidieron que algunas leyes no les aplicaban y, por ende, tampoco sus consecuencias. Su error.
Es muy importante que cada un@ tengamos nuestro criterio y podamos tomar decisiones aplicándolo adecuadamente. Parte de ese criterio debe, necesariamente, apuntar a nuestros límites para que no provoquemos problemas a nuestro entorno a la hora de decidir. Si somos capaces de reconocer nuestro ámbito de acción y las interacciones que tenemos, siempre será más sencillo evaluar adecuadamente las consecuencias de nuestras decisiones y, de esta forma, podremos mitigarlas en caso de así considerarlo oportuno o, si no lo fuera, simplemente estaremos preparad@s en caso de tener que responder por lo decidido. Por el contrario, considerar que, como yo soy yo, y soy bien importante, inteligente y poderos@ (además de alt@, rubi@ y guap@, como siempre digo) lo que yo pienso y decido es lo mejor y debe ser respetado por encima del criterio de otr@s, nos conducirá 11 de cada 10 veces a un bochorno similar al que este fin de semana han experimentado la Conmebol/Fifa.
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