Erré el camino??
Hola!
Ya hace un poco más de un año que los abandoné sin siquiera tener la decencia de avisar y sin la suficiente vergüenza como para disculparme por tan impresentable comportamiento por mi parte. Sirva la presente para cubrir ambos despropósitos y, sin mayor dilación, pasemos a lo importante.
A lo largo de estos años han sido muchas y variadas las razones por las que me he permitido molestarlos con mis locuras. En esta ocasión, es una razón nueva, que simplemente explicaré como algo que he sentido la necesidad de hacer. No hay mayor misterio detrás de esta inesperada acción, ni mayor expectativa, que satisfacer una necesidad surgida y que no encontró en su camino, oposición suficiente como para resultar descartada.
Y es por esto mismo que, a diferencia de algunas ocasiones anteriores, no me encuentro en posibilidad de explicarles cuál es la idea detrás, la base sobre la que iré desarrollando estas reflexiones o el objetivo último perseguido con estas locuras que les iré compartiendo.
Quiero simplemente transmitirles que esta tarde tuve la ocasión de disfrutar de algún tiempo con mi familia y, el resultado de esta experiencia fue una reflexión que sentí importante compartir.
Algunos de aquellos que me leen, me conocen. Otros tienen la fortuna de no haberme sufrido. Para estos últimos, déjenme decirles que soy uruguayo, de raíces italianas, criado en España y con una familia creada en México. Ingeniero, apasionado de la F1, Ferrari y el fútbol. Y como muchos saben, estamos a escasos días de que empiece uno de los Mundiales más raros de la historia. Uno que se juega en un país sin tradición futbolística, elegido tras un escándalo mayúsculo, pero que fue conservado a pesar de ello (podemos hablar de lo que esto supone para la salud espiritual del planeta en alguna ocasión futura) y que, a todas luces, es un error. A pesar de lo cual, genera en nosotros una ilusión enorme. Y digo, cómo no lo iba a generar??!! Es el Mundial!!!!
Y en esas, que me encontré compartiendo un tiempo muy agradable con mi familia, disfrutando cada uno de nosotros a nuestra forma muy personal e individual, de este tiempo comunal, cuando de repente me di cuenta de que si algo nos define, es aquello que hacemos desde el corazón, el alma o cualquiera que sea el concepto que a cada uno nos haga sentido. Aquello que hacemos por instinto, sin pensarlo, simplemente porque nos nace hacerlo.
Cuántas veces nos gana la razón?? Cuántas veces alcanzamos a censurarnos y evitarnos la vergüenza de hacer aquello que nos define?? Qué afortunados somos por haber reaccionado a tiempo!! Imaginen que sí lo hubiéramos hecho!! Qué hubieran dicho sobre nosotros?? Peor!! Qué hubieran pensado??!!
Y, de repente, me encontré pensando: y qué pasa?? Yo lo hago de esta forma porque así me sale hacerlo. No estoy buscando nada, no hay una intención escondida. Simplemente esto es lo que naturalmente me sale. Por qué, si no genero un daño a nadie, debería censurar lo que me sale naturalmente hacer? Y heme aquí escribiendo sobre esto. Y lo que es peor!! Ustedes lo están leyendo!!
Tras una ligera reflexión sobre el particular, permítanme compartirles que, en mi nada humilde opinión (digo, si de humildad se tratara, por qué rábanos estaría yo escribiendo esta locura??!!), diría yo que no, que para nada. Para nada debería yo censurar lo que opino, digo, hago y, muchísimo menos, pienso, si es lo que realmente está alineado a mis ideales, a mi individualidad, a mi ser. Yo soy quien soy. Y mis acciones me definen (agradecimiento a Christopher Nolan por la idea). Por tanto, debo darme permiso para hacer y decir lo que me nace hacer y decir. Y, por supuesto, debo estar preparado para aceptar críticas y opiniones desfavorables. Tanto como para agradecer las alabanzas.
Sería yo la misma persona si no me permitiera actuar de forma acorde con mi naturaleza? Prevalecería mi espíritu o mi razón social? Qué es más valioso, mi identidad o mi pertenencia? Es sano y lógico que deba elegir una o la otra? Es posible no tener que elegir?
Ojalá que estas preguntas lanzadas al aire sirvan para que le dediquen un par de minutos a reflexionar acerca del tema. Mi pretensión no va más allá de esto y, sinceramente, si al menos eso genero con esta nueva locura, tendré por excelentemente bien empleado el tiempo.
Nos leemos pronto... o tal vez no...
Comentarios
Publicar un comentario