Qatar
Y de repente, por acá una vez más.
No lo pude resistir, probablemente por no intentarlo suficiente, y me voy a lanzar al Mundial. Al tema del Mundial. Qatar está lejos y caro para irse allá, sobre todo, sabiendo que tendremos la fiesta en México en el ciclo siguiente.
La fiesta más grande del fútbol comienza en unos días, pero lleva rato dando dolores de cabeza. Es muy curioso que, aunque está demostrada la basura que llevó a Qatar a ganar el derecho a organizar esta fiesta, nada siguió para darle solución a la que va camino, si no lo esya, de convertirse en la peor decisión de la historia de la FIFA. Y es que esta organización no se ha distinguido nunca por su excelente transparencia en la gestión. En algún momento se llegó a poner en duda incluso que a sus dirigentes les importara lo más mínimo el fútbol. Pero probablemente el problema es que la FIFA no es más que una caricatura de nuestra sociedad.
Veamos. He leído bastante acerca de los abusos cometidos para que esta fiesta se hiciera realidad. Desde una larga lista de violaciones a los derechos humanos, hasta cosas más específicas de la organización del evento, como poner a trabajadores inmigrantes, a los que no se les respetan sus derechos, a construir estos estadios en condiciones infrahumanas. Sabíamos desde hace muchos años que esto iba a pasar. Tan lo sabíamos, que este Mundial será disputado en diciembre! Y la razón fue que la temperatura en los estadios era simplemente impracticable para jugar al fútbol en las fechas habituales. Y aún cuando se movieron las fechas, los estadios tienen aire acondicionado para hacer más soportables las temperaturas.
Sabíamos desde el principio que las condiciones para los jugadores y los aficionados asistiendo al evento iban a ser muy difíciles. Y se le puso remedio. Pero dado que en Qatar se construyen cosas, que nada tienen que ver con el Mundial, nadie se paró a pensar en lo que esas mismas condiciones supondrían para los trabajadores encargados de hacer posible el evento. Seguramente muchos pensaron que no era su problema. Otros habrán pensado que no podían hacer nada al respecto y, seguramente, algunos otros estábamos muy ocupados en otros asuntos como para pensar cualquier cosa relacionada con un Mundial de fútbol que estaba a muchos años de suceder.
Hoy, en cambio, muchos han mostrado su preocupación, indignación y un montón de otras palabras terminadas en -ión. Se han escrito muchos artículos al respecto de si los jugadores deberían boicotear el Mundial. Sobre cantantes que se han negado, o deberían negarse, a participar en las ceremonias del evento. Ha habido quienes han puesto sobre la mesa la irresponsabilidad de la prensa y las diferentes autoridades, futbolísticas o no, al no haber actuado. Muchas opiniones y problemas ya generados... por un Mundial que no ha empezado aún!
Y yo, lo único que digo, es que todos tienen razón. Los que dicen que el Mundial es un error y los que defienden que "the show must go on ". Todos ponen en la queja argumentos válidos y es precisamente por eso porque este tipo de cosas suceden. Siempre van a existir razones a favor y en contra de hacer, o no hacer, algo. Buenas razones en concepto. Yo he usado el mismo argumento a favor y en contra en diferentes oportunidades. Todos lo hemos hecho! Piensa en cuántas veces has respondido: "bueno, pero es que eso es diferente". Y si me lo permites, quisiera ahora preguntarte: cuántas de esas veces era realmente diferente?
Yo digo que la vida es simple. No digo fácil, digo simple. Lo que es importante para mí, es importante para mí. Siempre. En cualquier circunstancia. Sean cuales sean las consecuencias.
Ahora bien, digo simple y no fácil porque no siempre sabemos lo que es importante para nosotros. Aprender a conocernos es algo que lleva tiempo y no siempre es un camino de evolución. Muchas veces nos toca plantearnos si lo que creíamos importante hasta ayer, lo va a seguir siendo mañana. Pero sostengo que ese camino es probablemente el más valioso que podemos recorrer.
Con el tiempo, aprendemos que algunas cosas son realmente importantes para nosotros y no podemos renunciar a ellas. Y saberlo nos ayuda a encontrar el camino cuando tenemos delante una decisión que tomar. Cuanto mejor nos conocemos, menos son esas cosas que de verdad importan. Y cuantas menos cosas son importantes, más fácil es tomar decisiones.
Caso práctico, el Mundial. Para mí, es muy importante que avancemos como especie hacia un ideal en el que ni siquiera nos parezca posible que algo como lo que ha sucedido con Qatar 2022 se repita. Por eso elijo mirar al pasado y reconocer los errores que yo cometí. Nunca le presté atención a lo que sabíamos que iba a pasar. No le dediqué ni un minuto a reflexionar lo que estaba en mi mano hacer al respecto. Es por eso que decidí escribir esto. Para, al menos, hacerles pensar unos minutos sobre el particular. Pero eso no es todo. Para mí, como individuo, mi identidad es importante y está por encima de mis aspiraciones para la especie humana. Yo sí puedo cambiarme a mí mismo. No puedo hacer lo mismo con los demás. Es por esto que elijo disfrutar el Mundial. Imperfecto como fue concebido y a todas luces un error. Pero un Mundial. Estaré apoyando a Uruguay en cada partido, en cada ocasión. Y si ganamos... lo celebraré como un Mundial merece ser celebrado.
A alguna gente, esto que digo, le hará mucho ruido. Simplemente lo acepto y les pongo esto en la mesa: así soy. Debería yo censurarme? No lo creo. Y elijo aceptar que tú me censures, si así lo consideras oportuno.
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