Corrigiendo el rumbo

Decíamos que necesitamos avanzar definiendo objetivo, metas y demás condiciones de contorno del proceso. Hemos llegado a la conclusión de que debemos organizar y priorizar las ideas que surgen por el camino. Finalmente, convenimos que necesitamos ser capaces de medir el avance en base a indicadores claros, observables y medibles.
Bien, cuando evaluamos los indicadores del proceso y los resultados que obtenemos no son los deseados, tenemos la necesidad de tomar decisiones que nos devuelvan al camino trazado. En estos casos es donde aplica aquello que yo decía de "lo divertido son las curvas". En los momentos en que necesitamos corregir el rumbo es cuando aprendemos más y consolidamos las relaciones dentro del equipo.
Mi experiencia me dice que en estos momentos es cuando vas a apreciar las ventajas de haber llegado hasta este punto aplicando las premisas que hemos venido poniendo en juego. Vamos con un ejemplo.
En esta ocasión vamos a pensar en un equipo de fútbol y pongamos un ejemplo real que acabamos de vivir. El Real Madrid, un gran equipo de fútbol. A primeros de la temporada contrataron a un entrenador, que más allá de gustos, parecía tener las credenciales necesarias para entrenar a este equipo. Su mayor problema fue que nunca fue capaz de hacerse "querer" por sus jugadores. Nunca creó equipo. Los resultados fueron tan malos que lo cambiaron por otro entrenador. Un ex jugador de fútbol de una enorme calidad. Como jugador. Como entrenador, muy poca experiencia y menos credenciales. Una apuesta arriesgada diríamos. Pero los primeros pasos de este entrenador han demostrado que el cambio ha sido bueno. ¿Qué ha hecho diferente? Llegó a unir y unirse a los jugadores. Independientemente de que los resultados a medio y largo plazo demuestren que su falta de experiencia es un problema, tenemos el ejemplo que necesitamos. En momentos de dificultad, una persona sola, aunque esa persona sea un excelente líder, no puede sacar adelante la situación. Necesitamos la contribución de todo el equipo. De todos los jugadores.
Y si has realizado el proceso como lo hemos venido comentando, eso es lo que vas a cosechar ahora. El compromiso y apoyo de todo tu equipo. "Estamos en una posición complicada" va a ser su lectura, donde la parte más importante de la frase es "estamos". Dicho esto, vamos con un par de ideas para navegar por aguas turbulentas.
Lo primero que es útil recordar es que han llegado hasta ahí todos juntos, por tanto, la respuesta para superar un momento de dificultad está en el trabajo de equipo. A mí me ha servido repasar el proceso hasta el momento, recordándoles a todos que todos hemos contribuido para estar donde estamos. Mucho cuidado aquí. Porque no se trata de poner el foco en los "problemas" que han creado esta situación. Se trata de reforzar lo que el equipo ha hecho bien hasta el momento. Recordarles que ellos han sido los "culpables" de todo lo bueno que ha sucedido y por tanto, en ellos está la respuesta para superar este momento también.
A partir de ahí, te diría que necesitas encontrar una buena manera de avanzar. En cierta ocasión, un verdadero sabio me regaló una herramienta increíble para resolver este tipo de situaciones: "lo que tenemos delante son retos". Solamente esta frase hace toda la diferencia a la hora de sentarnos a buscar soluciones. Cuando las cosas dejan de ser "problemas a resolver" para pasar a ser "retos a superar" la forma de pensar cambia diametralmente. Bueno, al menos en mi caso. Lo importante aquí es que, como líder de tu proceso, te tocará encontrar la forma de transmitirle a tu equipo esas ganas. Si esta herramienta te ayuda, fantástico. Si no, solamente tienes que encontrar la forma de presentar la situación de manera que a ti te mueva. Con eso lo tienes todo ganado.
Y la verdad es que no se trata de conseguir motivar a nadie más que a ti mismo para poder encontrar la solución. Yo decía atrás que creo firmemente en la influencia del líder en su entorno. Por esto, si tú encuentras el combustible para seguir buscando respuestas que no parecen querer darse a conocer, entonces estoy seguro que serás capaz de transmitir ese entusiasmo a tu equipo. Ellos, comprometidos y seguros de su capacidad, al verte comprometido con la búsqueda de respuestas, estoy convencido de que harán un poquito más de lo posible para alcanzar esas ideas que devolverán el proceso al buen camino.
Por tanto, con el compromiso de todo tu equipo y con la suficiente carga de voluntad en resolver la situación, es muy probable que sea posible encontrar el camino a seguir para continuar avanzando hacia el objetivo.
Ahora, no te quiero hacer creer que todo es posible. Para nada. Esto no es ciencia ficción, ni una película de Disney. Estos son procesos reales y equipos de personas. En muchas ocasiones, la situación que estamos viviendo nos indica que ya no va a ser posible alcanzar el objetivo tal cual lo teníamos definido en un principio. Pudiera ser que los tiempos, o el presupuesto, o los recursos o los riesgos fueran la fuente de la situación que estamos atravesando. Sea como sea, ya no es posible alcanzar el objetivo tal cual lo conocemos hoy. ¿Qué hacemos?
Lo primero, entender cuáles son realmente las desviaciones. Cuáles son las fuentes que las han o las están originando. Para alcanzar a entender esto, partimos del análisis de los indicadores que hemos establecido y buscamos las fuentes a las que apuntan. A continuación, evaluamos la realidad que presentan estos indicadores y buscamos pintar la escena global de esta realidad, con el objetivo de poner en perspectiva y en su justa medida cada una de estas fuentes de desfase.
Una vez que tenemos una idea clara de lo que está pasando en general con el proceso, pasamos a la parte de las soluciones. Intentamos encontrar cuáles son las posibles acciones que pudieran corregir esas fuentes que están causando problemas. Aquí, en este proceso de búsqueda de soluciones, es donde interviene para hacer una diferencia lo que comentamos antes, la implicación y voluntad de tu equipo completo. Tras esta fase de necesario análisis, seguirá una nueva etapa en la que es preciso ordenar, organizar y dar coherencia al paquete de medidas que hayan sido identificadas. Finalmente, una vez con las medidas identificadas y estructuradas, toca evaluar el impacto esperable para este conjunto de acciones. Y en este punto es donde estaremos ya preparados para evaluar qué tan factible es mantener el objetivo inicial o qué tan necesario es replantear sus condiciones de cumplimiento.
Todo este proceso que aquí he dejado muy por encima, creo que es la clave para asegurar el éxito de cualquier proyecto. Dado que no hay proyecto que no pase por alguna situación de crisis o que tenga que encarar algún imprevisto, en la medida en que el equipo sea capaz de gestionar con éxito esas situaciones, será mucho más probable que el proyecto alcance su destino.
Más adelante en estos artículos iremos a detalle de este proceso, pero en este momento quisiera retomar el camino iniciado a la hora de completar los elementos básicos que presentamos y una vez introducidos, podemos profundizar en este y otros temas.
Por tanto, damas y caballeros, una vez más, les pido paciencia y les prometo continuar con ustedes.
Comentarios
Publicar un comentario