De cómo permitir que la realidad decida por nosotr@s
Hola! Esta semana la reflexión llega patrocinada por Michael Masi, director de carrera de la F1.
Verstappen gana un GP de Bélgica de tres vueltas y mitad de puntos
https://lat.motorsport.com/f1/news/verstappen-victoria-belgica-cronica-carrera-formula1-2021/6656817/
En resumen, esta semana la F1 regresaba a Spa, Bélgica, tras tres semanas de vacaciones. El fin de semana fue complicado desde el principio por las condiciones climáticas, con mucha lluvia pero, sobre todo, con muchos cambios extremos de condiciones, pasando en pocos minutos de diluviar a salir el sol. En este contexto llegamos al domingo, día de carrera, y a la hora de empezar llovía bastante. De esta forma, el director de carrera anunció que habría un retraso en el inicio. Por no hacer el cuento tan largo como lo hizo este caballero, les diré que casi cuatro horas después, y tras hacer un simulacro de intento de carrera, decidió finalmente suspender la carrera.
No voy a entrar en si fue o no la mejor decisión porque no cuento con todos los datos, y tampoco voy a satanizar a este hombre dado que probablemente él es simplemente la cabeza de un equipo que fue realmente el responsable de tomar la decisión. Pero sí creo que tenemos dos aspectos de lo sucedido que podemos aprovechar: oportunidad y responsabilidad a la hora de tomar cualquier decisión.
En el pasado he hablado de la toma de decisiones y normalmente me enfoco en que debemos siempre hacer el mejor análisis posible antes de tomarlas. Para tomar la mejor decisión posible debemos considerar los elementos a nuestro alcance y componer la imagen con ellos, colocando cada pieza en su lugar y dándole el peso justo a cada una de ellas. Un elemento importante en toda toma de decisión es la oportunidad con que dicha decisión es tomada.
Creo que una buena decisión tomada tarde puede ser tan perjudicial como una mala decisión tomada a tiempo. Cuando nos toca decidir debemos tomar en cuenta el tiempo que tenemos para emitir esa decisión, de lo contrario no estamos decidiendo, lo que hacemos es permitir que la realidad nos alcance y decida por nosotros. Imaginen que decidimos el lugar al que irnos de vacaciones de verano en octubre. Seguramente nos servirá para el año próximo, pero para este verano (considerando que estoy en el hemisferio norte) ya llegué bastante tarde. Y tal vez elegí un excelente destino, con un costo inmejorable y la mejor compañía. Hubieran sido unas excelentes vacaciones de haber tomado la decisión con oportunidad...
Pero por qué digo que la decisión demorada es igual de mala que una mala per se? Bueno, para empezar una decisión no tomada tiene siempre consecuencias. Hoy el Sr. Masi tuvo a los fans bajo la lluvia cuatro horas para al final no poder ver la carrera; los patrocinadores quedaron ligados a una carrera que será por siempre recordada con vergüenza y la imagen de la F1 a nivel mundial sufrió un golpe grave. Y como dije al principio, no puedo saber si su decisión fue o no la mejor. Si hubiera decidido que se corriera y hay un accidente mortal, seguramente todos coincidiríamos en que no se debería haber corrido. Pero sí estoy seguro, visto lo visto, que no tuvo en cuenta que la ventana para la toma de decisión era limitada. Empezó posponiendo la decisión y terminó simplemente haciendo oficial lo que la realidad ya le había mostrado que era inevitable. Y no solamente eso, la forma en que lo tuvo que presentar (y aquí seguramente sí no tenía más remedio) hizo que la frustración de much@s (entre l@s que me incluyo) fuera mayor, al sentirnos engañad@s recibiendo una muy ligera esperanza de que se fuera a correr. La discusión sobre si había tomado la mejor decisión pasó a un segundo lugar y apareció una reclamación generalizada por las formas en que fue resuelta la situación.
Por otro lado, como decía él es solamente la cabeza visible de una toma (o mejor dicho, no toma) de decisión conjunta. Hoy en día ya son pocas las decisiones que toma una sola persona y la complejidad de los factores a tener en cuenta ha dado paso a decisiones consensuadas. Pero aún así, siempre hay una persona que es la designada como última responsable de un equipo. Esa es la persona a la que tod@s miramos en busca de respuestas cuando hay una situación complicada. Y esa persona suele llevarse gran parte de los aplausos cuando una situación se resuelve adecuadamente. Pues bien, en mi opinión, esa persona debe echarse encima la responsabilidad cuando toca tomar una decisión complicada, tomándola con oportunidad, por muy difícil que ésta sea, y afrontando las consecuencias. Eso es lo que requiere una posición de liderazgo y, en mi opinión, sin ese ingrediente, la persona al frente no es la persona adecuada. Ni en la F1 ni en ningún otro aspecto de la vida. En el ejemplo de hoy, y visto desde afuera, el Sr. Masi no se atrevió a asumir la responsabilidad de lo que debía ser hecho y, haciendo lo que hizo, podrá usar la realidad como excusa: "aguanté hasta que no hubo más remedio que parar".
Oportunidad y responsabilidad al decidir marcan, para mí, la diferencia entre una decisión bien tomada y otra equivocada. Lo que pase después, eso es parte de otro análisis.
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